5ta Brigada...ay karmela

Colectivo anarquista de la Ciudad de México

jueves, 29 de marzo de 2007

Servimos sus mesas, ponemos gasolina a sus autos…


… no se meta con nosotros.

afiche revolución española del 36

Con cariño para todos esos perredistas advenedizos que tan solo van
donde los lleve el viento sin escrúpulos y sin sentimientos.

Según datos de la CIA el sector servicios aporta 64 % (2004) del total de la producción mundial, ocupando al 38.4 % (2002) de la fuerza laboral. En México los datos se ponen mas rudos con una aportación del sector servicios del 70.5% (2006) en la economía, y una ocupación del 58% de la fuerza laboral.

A este crecimiento del sector servicios, que se dió a costa de la disminución de otras actividades productivas como la industria o la agricultura, se le conoce como hipertrofia del sector terciario.

Y es por ello generalmente las chambas que más encontramos son las de meser@s, empleados de mostrador, vendedor en un stand similares y conexos.

Este tipo de chambas tienen características muy claras, contribuyen a la precarización del trabajo y a la pauperización del nivel de vida, son trabajos con un supuesto carácter transitorio que justifica según los patrones que no se generen derechos, suelen no tener ningun tipo de seguridad social y salarios muy bajos ( en los casos donde hay salarios, porque en muchas gasolinerias o supermercados los empleados no reciben sueldo sino sólo el derecho a tener limosnas, perdón propinas).

Como dato curioso cabe señalar que uno de los primeros sindicatos de la CNT fué el de meseros.

La organización en este tipo de trabajos es limitada, el sindicalismo convencional se ha visto rebasado por las dinámicas que generan este tipo de empresas y por ello, defender los derechos laborales en estos espacios es “ligeramente” más complicado.

Pero ello no quiere decir que no existan esfuezos, por ejemplo el de los compas trabajadores de Cafetlán, una cafetería con dos sucursales, una en el centro de Tlalpan y otra en Coyoacán. El jueves primero de marzo estos compas llegaron a sus chambas y se dieron cuenta de que todo el café habia desaparecido junto con sus fuentes de trabajo, tal vez por el hechizo de una bruja.

Van pedazos de un comunicado que ellos escribieron y que nos rolaron.

Somos un colectivo de 20 trabajadores asalariad@s .

En nuestro trabajo no contamos con contrato escrito ni con las prestaciones mínimas legales y percibimos un salario de $12 por hora. Nuestro primer intento de organización buscó aclarar las condiciones y establecer una relación laboral colectiva con la empresa y fue respondido con amenazas, insultos, acusaciones infundadas, intrigas y, como represalia, con el despido injustificado de un compañero. Explícitamente se nos describió como becarios o colaboradores y nos intentaron hacer firmar un documento en el que renunciábamos a nuestros derechos laborales.

Ante la violenta respuesta por parte de la empresa a nuestra voluntad de diálogo el colectivo de trabajadores decidió sindicalizarse.

El 27 de febrero 2007 la empresa recibió la notificación legal emitida por la Junta de Conciliación y Arbitraje del D. F. de que nuestro sindicato (el STRACC) emplazaba a huelga en demanda de la firma de un contrato colectivo de trabajo.

Después de tres meses de trabajo en las cafeterías en resistencia callada y de cumplir con los innumerables requisitos legales, la Junta rechazó en tres ocasiones nuestra demanda aduciendo falta de evidencia de nuestra relación laboral con la empresa, siendo que la demanda buscaba justamente legalizar esa relación.

Cuando por fin aceptó el depósito de nuestro emplazamiento, la Junta retrasó injustificadamente la notificación a la empresa impidiendo de ese modo que se cumplieran los plazos legales para la realización de la primera Audiencia de Conciliación. Ésta debió celebrarse el jueves 1 de marzo de 2007.

En vez de comparecer e iniciar el proceso de negociación nuestros patronos: Óscar González (alias Óscar Almaguer, socio mayoritario emplazado por nuestra demanda), Ana María González, Mauricio Somuano, Adrián de Anda y Carlos Márquez procedieron (sin previo aviso) al cierre patronal y al saqueo de insumos, mobiliario, maquinaria y efectivo (que funcionaba como fondo de caja y depósito de propinas de l@s trabajadores de los dos centros). Dejaron además a l@s trabajadores sin el pago de sus salarios quincenales.

Ana María González Hernández, quien fungía hasta ayer mismo como administradora y capataz, presume de su compromiso social a través de la comercialización de café y otros alimentos orgánicos y de un trato justo a l@s trabajadores. Nuestro proceso de organización mostró que todo ello es la pantalla de un negocio irregular e ilegal sustentado en las relaciones personales y políticas de los socios vinculados a empresas como TV AZTECA y El Universal y a facciones del PRD y funcionarios del GDF y las delegaciones Coyoacán y Tlalpan.

Una vez más se pone de manifiesto la complicidad entre los intereses patronales y las instituciones del estado.

De nuevo toca a l@s trabajador@s sufrir las consecuencias de la mala fe, soberbia e incapacidad administrativa de patronos a quienes guían en exclusiva la codicia y el ejercicio del poder personal sobre los demás.

El Colectivo de Trabajadores asalariad@s de Cafetlán exige la reapertura inmediata de la fuente de trabajo, el pago inmediato de los salarios devengados, el pago de los salarios caídos desde el cierre patronal hasta la restitución de nuestros puestos de trabajo, la devolución de los implementos de trabajo, objetos personales y recursos económicos extraídos de los centros de trabajo y el repudio público a este tipo de actos de terrorismo patronal con complicidad gubernamental.

Otra cosa que hay que mencionar, es que el mentado café mantenía una pantalla de lugar hippie buena onda, que promocionaba el comercio justo y vendía productos orgánicos, y olía a pachuli, y tod@s los rebeldes con un mínimo de varo podían ir a discutir sobre la revolución en una de sus mesas, etcétera.

Nos atrevemos a decir que tooodos los lugares de este tipo y que no especifican por ningún lado ser una cooperativa, son un vil fraude, puesto que siguen manteniendo patrones de explotación bien ojetes sobre sus empleados.

Si quieren topar a los pobres y sufridos trabajadores asalariados (sin trabajos, ni salarios) de Cafetlán cáiganles por el centro de Tlalpan y tomense un café de coperación voluntaria.

No hay comentarios: