En 1982, Mumia Abu-Jamal, un reconocido periodista y ex-Pantera Negra que criticaba abiertamente la violencia y el racismo del departamento de policía de Filadelfia, fue condenado por el asesinato de un agente de policía blanco, Daniel Faulkner. Lo cierto es que no hay prueba alguna de que la pistola de Mumia (legalmente registrada) fuera disparada esa noche, y mucho menos por Mumia, quien había recibido a su vez un disparo en el pecho por parte del agente de policía y se encontraba tendido en el suelo. Dos meses después de los hechos, la policía "recordó" que Mumia había confesado en el hospital su culpabilidad. Al menos cinco testigos explicaron a la policía que otro hombre había abandonado la escena corriendo después del tiroteo. Sin embargo fue juzgado y condenado a muerte por el Juez Albert Sabo, "el juez de la horca", conocido por haber condenado a muerte a más afroamericanos que ningún otro juez de los Estados Unidos. Los criterios racistas para la elección de miembros del jurado, habían sido establecidos por el propio Ronald Castille, entonces Fiscal del Distrito. Durante los últimos 16 años, Mumia Abu-Jamal, ha permanecido como preso político en la galería de la muerte de Pensilvania.
martes, 20 de noviembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario